Una práctica íntima, desde tu espacio. Respiras solo, pero conectado con miles de personas al mismo tiempo. Perfecta si prefieres hacerlo a tu ritmo, desde casa.
Una práctica compartida, desde donde estés. Cuando dos cuerpos entran en el mismo ritmo… algo se abre. Perfecta para vivir con amistades, amigos o tu pareja.
Convoca a tu comunidad. Crea un espacio para respirar juntas, al mismo tiempo, con la misma intención. Ideal si quieres abrir tu casa, sala o grupo a esta experiencia global.
No tienes que enseñar nada.
Solo abrir el espacio para que el cuerpo colectivo pueda sentir, escuchar y respirar.